INDICE

VII      Prefacio

1917

1-6       LA SITUACION POLITICA [Cuatro tesis)
7-9       *CARTA A LA REDACCION DE “NOVAYA ZHIZN”

10-11.  *CARTA A LA REDACCION DE “PROLETARSKOE DELO”
12-20    A PROPOSITO DE LAS CONSIGNAS
21-23    AGRADECIMIENTO AL PRINCIPE G. E. LVOV
24-35    UNA RESPUESTA
36-50.   ACERCA DE LAS ILUSIONES CONSTITUCIONALISTAS
51-55    EL COMIENZO DEL BONAPARTISMO
57-74    LAS ENSEÑANZAS DE LA REVOLUCION
* Con asterisco se señalan los títulos dados por el Instituto de Marxismo-Leninismo adjunto al CC de PCUS.
74                    Epílogo
75-77    A PROPOSITO DE LA INTERVENCION DE KAMENEVEN EL CEC SOBRE LA CONFERENCIA DE ESTOCOLMO
78-83     RUMORES SOBRE UNA CONSPIRACION

84-90     LOS ARBOLES LES IMPIDEN VER EL BOSQUE . . .
91-93 *CARTA CON MOTIVO DE LA PUBLICACION DEL “VOLANTE A PROPOSITO DE LA TOMA DE RIGA”
94-97   CHANTAJE POLITICO
98-101   RESOLUCIONES EN EL PAPEL
112-120 LA CONFERENCIA DE ESTOCOLMO102-111 DEL DIARIO DE UN PUBLICISTA. Los campesinos y los obreros
121-122 CALUMNIADORES

126-137 AL COMITE CENTRAL DEL POSDR123-125 DEL DIARIO DE UN PUBLICISTA
126                     1. La raíz del mal
134                     2. La prestación personal y el socialismo
138-144 ACERCA DE LOS COMPROMISOS
145-146 SOBRE EL PROGRAMA DEL PARTIDO
147-148 A PROPOSITO DE ZIMMERWALD
149          VIOLACIONES DE LA DEMOCRACIA EN LAS ORGANIZACIONES DE MASAS
150-156 PROYECTO DE RESOLUCION SOBRE LA SITUACION POLITICA ACTUAL
157-206 LA CATASTROFE QUE NOS AMENAZA Y COMO COMBATIRLA
161                    El hambre se acerca
166                    Pasividad completa del Gobierno 163 Las medidas de control son conocidas de todos y fácilmente aplicables
168                    La nacionalización de los bancos
173                    La nacionalización de los consorcios
177                    La abolición del secreto comercial
181                    La agrupación obligatoria en consorcios
185                    La reglamentación del consumo
188                    El Gobierno destruye la labor de las organizaciones democráticas
193                    La bancarrota financiera y las medidas para combatirla
196                    ¿Se puede avanzar temiendo marchar hacia el socialismo?
200                    La guerra y la lucha contra la ruina
203                    La democracia revolucionaria y el proletariado revolucionario
207-214  UN PROBLEMA FUNDAMENTAL DE LA REVOLUCION
215-220 COMO ASEGURAR EL EXITO DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (Acerca de la libertad de prensa)
221-236 LA REVOLUCION RUSA Y LA GUERRA CIVIL. Se asusta con la guerra civil
237-246 LAS TAREAS DE LA REVOLUCION

239                     Carácter funesto del conciliacionismo con los capitalistas
239                     El poder a los Soviets
240                     La paz a los pueblos
242                     La tierra para los que la trabajan
243                     La lucha contra el hambre y la ruina
244                     La lucha frente a la contrarrevolución de los terratenientes y capitalistas
245                     El desarrollo pacífico de la revolución
247-249 LOS BOLCHEVIQUES DEBEN TOMAR EL PODER. Carta al Comité Central y a los comités de Petrogrado y Moscú del POSD(b) de Rusia
250-256 EL MARXISMO Y LA INSURRECCION. Carta al Comité Central del POSD(b) de Rusia
257-265 LOS CAMPEONES DEL FRAUDE Y LOS ERRORES DE LOS BOLCHEVIQUES

266-272 DEL DIARIO DE UN PUBLICISTA. Los errores de nuestro Partido
273-277 CARTA A I. T. SMILGA, PRESIDENTE DEL COMITE REGIONAL DEL EJERCITO, LA FLOTA Y LOS OBREROS DE FINLANDIA

278-280 LAS TAREAS DE NUESTRO PARTIDO EN LA INTERNACIONAL ( A propósito de la III Conferencia de Zimmerwald)
281-292 LA CRISIS HA MADURADO

293-295 A LOS OBREROS, A LOS CAMPESINOS Y A LOS SOLDADOS
297-348 ¿SE SOSTENDRAN LOS BOLCHEVIQUES EN EL PODER?
299                    Prólogo a la segunda edición
343                    Epílogo
349-350 CARTA AL CC, A LOS COMITES DE MOSCU Y PETERSBURGO Y A LOS BOLCHEVIQUES MIEMBROS DE LOS SOVIETS DE PETROGRADO Y MOSCU
351-355 TESIS PARA UN INFORME ANTE LA CONFERENCIA DE LA ORGANIZACION DE PETERSBURGO EL 8 DE OCTUBRE Y TAMBIEN PARA UNA RESOLUCION E INSTRUCCIONES A LOS DELEGADOS AL CONGRESO DEL PARTIDO
351                    Sobre la participación del Partido en el Anteparlamento
351                     Sobre la consigna de “¡Todo el poder a los Soviets!”
353                     Nota a la resolución sobre “el poder a los Soviets”
354                     Nota a la tesis sobre “la lista de candidatos para la Asamblea Constituyente”
356-359  CARTA A LA CONFERENCIA DE LA CIUDAD DE RETROGRADO. Para ser leída en una sesión a puertas cerradas ....
361-392 REVISION DEL PROGRAMA DEL PARTIDO

393-395 CONSEJOS DE UN AUSENTE
396-402 CARTA A LOS CAMARADAS BOLCHEVIQUES QUE PARTICIPAN EN EL CONGRESO DE LOS SOVIETS DE LA REGION DEL NORTE
403-405 *REUNION DEL COMITE CENTRAL DEL POSD(b) DE RUSIA 10 (23) DE OCTUBRE DE 1917
403                    1. Informe. Acta de la reunión
405                    2.Resolución

406-409 *REUNION DEL COMITE CENTRAL DEL POSD(b) DE RUSIA 16 (29) DE OCTUBRE DE 1917
406                     1. Informe. Acta de la reunión
408                     2. Intervenciones. Acta de la reunión
409                     Resolución

410-431 CARTA A LOS CAMARADA
430                     Epílogo
432-435 CARTA A LOS MIEMBROS DEL PARTIDO BOLCHEVIQUE
436-440 *CARTA AL COMITE CENTRAL DEL POSD(b) DE RUSIA
441-447 UN NUEVO ENGAÑO DEL PARTIDO ESERISTA A LOS CAMPESINOS
448         *CARTA A Y. M. SVERDLOV
449-450 *CARTA A LOS MIEMBROS DEL CC

MATERIALES PREPARATORIOS

453          *PLAN DE ANEXOS A LA OCTAVILLA

ANEXOS

457-458 *MEMORIA
459-460 *DOS DECLARACIONES SOBRE LA CONFORMIDAD PARA PRESENTARSE COMO CANDIDATO EN LAS ELECCIONES A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
459           1.  Declaración
460           2. Declaración

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463-465 Relación de obras de Lenin no halladas hasta el presenta (Julio-octubre de 1917)
466-512 Notas.
513-532 Índice de obras y fuentes literarias citadas y mencionadas por Lenin
533-562 Índice onomástico
563-573 Cronología de la vida y la actividad de Lenin
573          índice

 

 

 

PREFACIO

 

El tomo 34 de las Obras Completas de V. I. Lenin incluye los trabajos escritos desde el 10 (23) de julio hasta el 24 de octubre (6 de noviembre) de 1917, cuando se preparaba la Gran Revolución Socialista de Octubre. Tratan de la heroica lucha llevada a cabo por el Partido Bolchevique, bajo la dirección de Lenin, con el fin de preparar a las masas, en el plano político y de organización, para la insurrección armada contra el Gobierno Provisional burgués, por el triunfo de la revolución socialista.

La situación del país en aquel período fue extraordinariamente compleja. El Gobierno Provisional apoyado por los mencheviques y los eseristas, obedeciendo a la voluntad de la burguesía rusa y de los imperialistas de la Entente, continuaba librando una guerra criminal, anexionista. La ofensiva de las tropas rusas en el frente, que se inició en junio e hizo decenas de miles de víctimas, terminó en un fracaso. En el país atormentado durante tres años por la guerra imperialista aumentaron un desbarajuste económico sin precedentes y el hambre. El desorden en todas las ramas de la economía nacional fue cobrando un carácter cada día más amplio y profundo. Para combatir la revolución, los capitalistas frustraron la producción, organizaron el sabotaje, cerraron empresas. La perturbación del transporte tomó proporciones formidables. El país se encontraba al borde de la bancarrota financiera. La emisión de papel moneda aumentaba sin cesar. En la agricultura, las superficies de siembra se redujeron casi en la mitad con respecto al nivel de antes de la guerra. Los capitalistas y los terratenientes esperaron que la ruina y el hambre les permitirían estrangular más rápidamente la revolución, acabar con la república y con los Soviets.

Los acontecimientos de julio —el 4(17) de julio, el Gobierno Provisional, con el consentimiento del Comité Ejecutivo Central menchevique y eserista de los Soviets ametralló una manifestación pacífica de obreros y soldados en Petrogrado— constituyeron un punto de viraje en el desarrollo de la revolución. La dualidad de poderes acabó; todo el poder en el país pasó a concentrarse en manos del Gobierno Provisional contrarrevolucionario.

El 7 (20) de julio de 1917, el Gobierno Provisional ordenó detener a Lenin. La contrarrevolución se proponía descabezar al Partido Bolchevique. El Partido ocultó a su jefe en la clandestinidad. Vladímir Ilich residió casi un mes en Razliv, cerca de Petrogrado; el 9 (22) de agosto fue trasladado a Finlandia, donde estuvo escondido primero en la aldea de Jalkala, junto a la estación ferroviaria de Terioki, luego, durante dos días, en la ciudad de Lahti, después en Helsingfors, y el 17 (30) de septiembre pasó a Víborg para estar más cerca de Petrogrado. El desarrollo de la revolución y la necesidad de que asumiera la dirección inmediata de los preparativos para la insurrección armada exigían imperiosamente el regreso de Lenin a Petrogrado. El 7 (20) de octubre, por acuerdo del CC, se trasladó a esa capital, donde habitó una vivienda clandestina hasta la tarde del 24 de octubre (6 de noviembre).

Estando en una clandestinidad profunda, Lenin orientó la labor del Partido, siguió atentamente el curso de los sucesos en el país y dio instrucciones respecto a todos los problemas cardinales del desarrollo de la revolución. Durante los 110 días de su vida clandestina escribió más de 65 artículos y cartas. Trabajó empeñadamente en la elaboración de la teoría marxista. Salió de su pluma en aquel período el libro El Estado y la revolución, obra destacadísima que figura en el tomo 33 de las Obras Completas. Todos los trabajos incluidos en el presente tomo fueron escritos en la clandestinidad.

En las tesis La situación política, que inician este volumen, y en los trabajos A propósito de las consignas. Acerca de las ilusiones constitucionalistas y Las enseñanzas de la revolución, Lenin analizó profundamente la situación política del país, que había experimentado un brusco viraje, elaboró y fundamentó una nueva táctica del Partido Bolchevique. La contrarrevolución, dijo, se ha organizado, se ha consolidado y, prácticamente, ha tomado en sus manos el poder del Estado. Los mencheviques y eseristas han ido a caer definitivamente en el campo de la contrarrevolución. Los Soviets que ellos dirigen se han convertido en apéndice del Gobierno Provisional burgués. “Todas las esperanzas de un desarrollo pacífico de la revolución rusa —citamos a Lenin— se han desvanecido para siempre. La situación objetiva es ésta: o la victoria completa de la dictadura militar o el triunfo de la insurrección armada de los obreros, triunfo que sólo es posible si coincide con un alzamiento decidido de las masas contra el Gobierno y contra la burguesía, originado por la ruina económica y la prolongación de la guerra” (pág. 2 del presente volumen). Lenin dio instrucciones acerca de la concentración de fuerzas para preparar la insurrección armada, de las nuevas formas de trabaja entre las masas y la combinación de la labor legal y la ilegal.

La nueva situación política del país impuso al Partido el cambio de consignas tácticas. En las tesis La situación política y el artículo A propósito de las consignas, Lenin argumentó la necesidad de retirar temporalmente la consigna de “¡Todo el poder a los Soviets!” Destacó en el mismo artículo que, cuando la historia da un brusco viraje, es preciso cambiar con rapidez, con arreglo al cambio de la situación, las consignas del Partido, ya que cada una de ellas debe dimanar de todo el conjunto de rasgos específicos de una situación política concreta. La consigna de “¡Todo el poder a los Soviets!”, dijo, era acertada hasta los días de julio, correspondía a la orientación del Partido al desarrollo pacífico de la revolución, que fue entonces posible y el más deseable de todos. Los mencheviques y eseristas, que se habían pasado definitivamente al campo contrarrevolucionario, torpedearon con su traición ese desarrollo de la revolución. “Los Soviets actuales han fracasado, han sufrido una bancarrota completa, por predominar en ellos los partidos eserista y menchevique... Los Soviets son hoy desvalidos e impotentes frente a la contrarrevolución, que ha triunfado y triunfa” (pág. 19). La consigna de entregar el poder a los Soviets, señaló Lenin, podría ser comprendida como un llamamiento a que se hagan cargo de él los Soviets que hoy existen, pero invitar a eso ahora significaría engañar al pueblo. Puso de relieve al mismo tiempo que la retirada temporal de la consigna de “¡Todo el poder a los Soviets!” no implicaba la renuncia a la República Soviética como nuevo tipo de Estado. Los Soviets, dijo, pueden y deben resurgir, en una nueva etapa de la revolución, pero no serán los Soviets dirigidos por los mencheviques y eseristas, no serán órganos de conciliación con la burguesía, sino órganos de lucha revolucionaria contra ella.

Lenin consideró que una de las tareas más importantes del Partido después de los días de julio, en un ambiente de desenfreno de la contrarrevolución, consistía en denunciar sistemática e implacablemente las ilusiones constitucionalistas difundidas en las grandes masas de población. En el artículo Acerca de las ilusiones constitucionalistas mostró, alegando las infinitas demoras del Gobierno en la convocatoria de la Asamblea Constituyente y su política de persecuciones y represiones contra el Partido Bolchevique y la clase obrera, que el poder del Estado en el país había pasado de hecho a manos de la contrarrevolución, de la c amarilla militar. En la Carta a la Redacción de “Proletárskoe Delo”, Lenin explicó por qué era inadmisible que los líderes bolcheviques comparecieran ante el tribunal del Gobierno Provisional. Después de los acontecimientos de julio, señaló, en Rusia no se puede ni hablar de garantías constitucionales. Entregarse a las autoridades y comparecer ante el tribunal del Gobierno Provisional significaría ponerse en manos de los contrarrevolucionarios enfurecidos.

En los artículos Agradecimiento al príncipe G. E. Lvov, Una respuesta, Chantaje político y Calumniadores, Lenin denunció los procedimientos y métodos empleados por la burguesía en la lucha contra sus enemigos de clase, los bolcheviques. Quitando la careta a los calumniadores y chantajistas, dispuestos a cometer cualquier crimen contra el partido del proletariado revolucionario, hizo ver que, en el mundo entero, la burguesía aliada con los socialtraidores persigue bajo las formas más abyectas a los internacionalistas, defensores auténticos de los intereses del pueblo. Llamó a los revolucionarios a ser firmes, a no dejarse impresionar por el griterío de la prensa burguesa, a seguir inflexiblemente el camino emprendido. Escribió con gran orgullo, refiriéndose al heroico partido de la clase obrera, el Partido Bolchevique: “Tenemos fe en nuestro Partido. En él vemos la inteligencia, el honor y la conciencia de nuestra época...” (pág. 97).

Las tesis La situación política, los artículos A propósito de las consignas y otros sirvieron de base para las resoluciones del VI Congreso del POSD (b) de Rusia, que se celebró del 26 de julio al 3 de agosto (8-16 de agosto) de 1917 en Petrogrado. Lenin dirigió desde la clandestinidad el trabajo del Congreso; se comunicó con Petrogrado por conducto de los compañeros designados a tal objeto por el Comité Central, que venían a su morada de Razliv. Participó en la formulación y redacción de las resoluciones más importantes. El Congreso eligió a Lenin su presidente de honor. Los delegados se opusieron, en una resolución aprobada por unanimidad, a que Lenin compareciera ante el tribunal del Gobierno Provisional contrarrevolucionario.

El Congreso formuló la consigna de lucha por la liquidación completa de la dictadura burguesa contrarrevolucionaria y de conquista del poder por el proletariado y los campesinos pobres mediante la insurrección armada. En los acuerdos del Congreso se destacaba con particular vigor la tesis leninista sobre la alianza del proletariado y los campesinos pobres como condición primordial para el triunfo de la revolución socialista.

Todas las resoluciones del VI Congreso del Partido estuvieron subordinadas a un solo objetivo principal: preparar al proletariado y a los campesinos pobres para la insurrección armada y la victoria de la revolución socialista. El Manifiesto lanzado en nombre de ese foro llamó a los obreros, soldados y campesinos a acumular fuerzas y a prepararse, bajo la bandera del Partido Bolchevique, para el combate decisivo contra la burguesía.

Guiándose por las resoluciones del VI Congreso, el Partido de los bolcheviques desplegó una enérgica actividad con el fin de organizar y unir todas las fuerzas revolucionarias que luchaban por la paz, la tierra, la igualdad de derechos de las naciones y el socialismo, y las encauzó por la vía del triunfo de la revolución socialista. El Partido llevó a cabo un amplísimo trabajo para poner del lado de la clase obrera a las grandes masas de campesinos trabajadores y desenmascarar la traición de los partidos menchevique y eserista conciliadores.

El presente volumen comprende los artículos Del diario de un publicista. Los campesinos y los obreros y Un nuevo engaño del partido eserista a los campesinos, en los que se explica la política bolchevique de alianza de la clase obrera y el campesinado y se ponen al descubierto el partido eserista y sus líderes, lacayos de la burguesía y de los terratenientes. Refiriéndose a las reivindicaciones agrarias de los campesinos, expresadas en los 242 mandatos campesinos locales que se publicaron en el periódico Izvestia Vserossíiskogo Soveta Krestiánskij Deputátov el 19 de agosto (1º de septiembre) de 1917, Lenin puso en claro que en ellos se trataba ante todo de la confiscación de la tierra de los latifundistas. Esta medida, dijo, asestará un golpe formidable a la propiedad privada y socavará la dominación de los capitalistas. Los eseristas engañan a los campesinos, tratando de hacerles creer que semejantes transformaciones son posibles sin el paso del poder al proletariado. Sólo el proletariado en alianza con los campesinos pobres, precisó, después de derrocar el poder de los capitalistas, podrá llevar a cabo la confiscación de las tierras de los latifundistas, hacer realidad las reivindicaciones planteadas en los mandatos campesinos. En octubre de 1917, el partido eserista publicó en el periódico Delo Naroda su nuevo proyecto de ley agraria, en el que no quedaba absolutamente nada de la exigencia campesina de confiscar las tierras de los latifundistas. Lenin señaló en relación con ello, en el artículo Un nuevo engaño del partido eserista a los campesinos: “¡Que sepan los campesinos que sólo el partido obrero, sólo los bolcheviques se alzan firmemente y hasta el fin contra los capitalistas, contra los terratenientes, en defensa de los intereses de los campesinos pobres y de todos los trabajadores!” (pág. 447).

La Gran Revolución Socialista de Octubre plasmó en hechos las esperanzas y aspiraciones seculares de los campesinos trabajadores respecto a la tierra. El Decreto sobre la Tierra, aprobado por el II Congreso de los Soviets de toda Rusia, anunció la confiscación de la propiedad territorial de los latifundistas y su paso a manos del pueblo. El Partido Bolchevique, en el mismo día en que llegó al poder, convirtió el mandato campesino en ley de la tierra.

La firme y consecuente lucha por los intereses del pueblo elevó muchísimo el prestigio y la influencia del Partido Bolchevique. Esto se puso de manifiesto con particular nitidez en el periodo de aplastamiento de la sublevación de Kornílov, preparada por la contrarrevolución con el fin de establecer en el país una dictadura militar, suprimir los Soviets y restaurar la monarquía.

El Partido Bolchevique puso en pie a las masas trabajadoras para hacer frustrar la intentona delgeneral Kornílov, que a fines de agosto retiró del frente y dirigió hacia Petrogrado un cuerpo de ejército y unidades cosacas. En el artículo Rumores sobre una conspiración y en una carta Al Comité Central del POSDR, Lenin hizo constar que la sublevación de Kornílov había alterado muy inesperadamente el curso de los sucesos. Combatiremos contra Kornílov, dijo, como lo harán también las tropas de Kerenski, pero no apoyamos a Kerenski; por el contrario, revelamos su debilidad. Al luchar contra Kornílov, los bolcheviques denunciaron la complicidad del Gobierno Provisional en esa acción contrarrevolucionaria. La tentativa de la burguesía y los terratenientes de sofocar la revolución terminó en un fracaso. Los obreros y campesinos, organizados y dirigidos por el Partido Bolchevique, aplastaron la sublevación de Kornílov. En el período de lucha contra la komiloviada se reactivaron los Soviets, que a despecho de sus dirigentes mencheviques y eseristas lucharon contra la rebelión.

En el artículo Acerca de los compromisos, escrito el 1 (14) de septiembre, Lenin dijo que el aplastamiento de la korniloviada había provocado un brusco viraje en el desarrollo de la revolución rusa. El Partido Bolchevique, señaló, puede proponer un compromiso voluntario a los partidos pequeñoburgueses: aceptar el retorno a la reivindicación de antes de julio, “¡Todo el poder a los Soviets!”, y la formación de un Gobierno eserista y menchevique responsable ante los Soviets, en el que esos partidos podrían llevar a la práctica el programa de su bloque. Lenin consideró que los bolcheviques debían proponer ese compromiso en nombre de la nueva posibilidad de desarrollo pacífico de la revolución. En el mismo artículo se formula una importante tesis de principio sobre la actitud del partido marxista de la clase obrera ante los compromisos: “La tarea de un partido auténticamente revolucionario no consiste en declarar imposible la renuncia a cualquier compromiso, sino en saber mantenerse fiel, a través de todos los compromisos —en la medida en que sean inevitables—, a sus principios, a su clase y a su misión revolucionaria, a su obra de preparar la revolución y educar a las masas populares para triunfar en la revolución” (pág. 138).

Lenin recalcó que la posibilidad de un compromiso con los partidos eserista y menchevique estaba determinada por la peculiar situación surgida en el curso de la lucha contra la korniíovia— da, y que esa situación sólo duraría el tiempo mínimo. El 3 (16) de septiembre decía, en una adición al artículo Acerca de los compromisos'. “...quizá sea demasiado tarde para proponer un compromiso. Quizá hayan pasado también los pocos días en que era posible todavía un desarrollo pacífico” (pág. 143). Los mencheviques y eseristas rechazaron las propuestas de los bolcheviques.

La sublevación de Komílov mostró con toda nitidez a las masas trabajadoras la esencia de los partidos menchevique y eserista conciliadores, que en realidad encubrían y protegían a los terratenientes y capitalistas. Las masas trabajadoras veían a su verdadero defensor en el Partido Bolchevique. Revocaban a los diputados eseristas y mencheviques y los sustituían en los Soviets por diputados bolcheviques. El 31 de agosto (13 de septiembre), el Soviet de Petrogrado aprobó una resolución bolchevique sobre el paso del poder a los Soviets. Una resolución análoga fue aprobada el 5 (18) de septiembre por el Soviet de Moscú. Tras los Soviets de las dos capitales empezaron a pasarse al lado de los bolcheviques los Soviets locales. Había comenzado el período de bolchevización de los Soviets.

En los artículos Un problema fundamental de la revolución, La revolución rusa y la guerra civil y Las tareas de la revolución, escritos en la primera quincena de septiembre, Lenin volvió a plantear la posibilidad de desarrollo pacífico de la revolución en Rusia. Tuvo en cuenta los cambios políticos operados en el país después .................... [................]

 

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