Índice

Curso de Marxismo para obreros
     Nuevo método de capacitación
          La experiencia 
          Nuestros errores 
          Fundamento teórico del nuevo método 
          ¿En qué consiste el método que proponemos?  
     Curso de capacitación para obreros
          Recomendación 
I. Burgueses y proletarios 
           Explotados y explotadores 
          Sociedad capitalista 
          Separación entre los medios de producción y la fuerza de trabajo 
          Definición de Engels
          Trabajo por cuenta propia y por cuenta ajena 
          Trabajo individual y social 
     El salario 
     Por tiempo de trabajo
          Por pieza o a destajo 
          Salario en dinero 
          Salario en especie 
          Salario nominal Salario real 
          Bonos 
     Salario mínimo vital  
          Escala móvil de salarios 
          Economía mundial 
          Imperialismo
          ¿Cómo se reconoce a las clases sociales 
II. La lucha de clases
          Explotación del obrero y ganancia patronal 
          Capital constante y capital variable 
          Lucha de clases 
          Clase en sí y clase para sí 
          La pequeña-burguesía 
III. El valor de la mercancía
          Valor de uso y valor de cambio
          El valor de las mercancías 
     El valor de la fuerza de trabajo
          Valor y precio  
          La moneda 
IV. El nacimiento de la nueva sociedad
          Materialismo y dialéctica
          La contradicción entre fuerzas productivas y relaciones de producción 
          Las bases materiales de la nueva sociedad  
          La revolución social no es un proceso mecánico
          Las condiciones objetivas y subjetivas de la revolución  
     El hombre vive en sociedad
          Las diversas sociedades
          Comunismo primitivo o sociedad no autoritaria 
          Esclavismo
          Feudalismo
          Capitalismo
          Comunismo superior 
El Estado y las leyes sociales
          El Estado 
          La democracia representativa 
          Monarquía absoluta
          Monarquía constitucional
          Dictadura
          Fascismo
     La ley
          Aplicación de las leyes 
          Convenios internacionales 
          Legislación social
          La necesidad de luchar por la correcta aplicación de las leyes sociales
Las organizaciones propias del proletariado
          Sindicato y partido 
          El sindicato 
          Partido obrero  
          Relaciones entre sindicato y partido obrero 
     Estatización de los sindicatos
          Organizaciones de tipo soviético 
VII Métodos de lucha del proletariado
          Acción directa de masas 
          Arbitraje obligatorio 
Anexo:
     Convenio de la OIT sobre libertad sindical
     Convenio relativo a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicalización 
     Parte I. Libertad sindical
     Parte II. Protección del derecho de sindicalización
                    La constitución política y el derecho de sindicalización 

  

 

Curso de marxismo para obreros

Introducción

Nuevo método de capacitación

 

La experiencia

Se ha faccionado la guía de capacitación que va a leerse y se propone un nuevo método de formación marxista de obreros, partiendo de toda la rica experiencia del Partido Obrero Revolucionario al respecto, asimilando y superándola al mismo tiempo.

El propósito es el de preparar rápidamente a un equipo de propagandistas y organizadores —cuadros medios— capaces de agrupar a nuevos elementos, particularmente obreros, y de darles la adecuada capacitación política en el menor tiempo, posible, a fin de habilitarlos adecuadamente para la militancia, vale decir, para que puedan incorporarse a las células partidistas.

Se dirá que siempre hemos estado preocupados en cumplir esta tarea elemental. Ciertamente que sí, pero no se ha encontrado, hasta ahora, una manera eficaz de llevar hasta los trabajadores el conocimiento de los fundamentos del marxismo a los trabajadores. Algo más hemos cometido invariablemente una serie de errores, que ahora queremos superar y por eso transmitimos a la militancia la experiencia adquirida al respecto.

Si se hubiese observado la regla de realizar periódicos balances autocríticos de lo aprendido en la actividad cotidiana por células y militantes en materia organizativa, habríamos evitado cometer muchas tonterías. Tiene que ser una preocupación permanente el generalizar las adquisiciones logradas en este plano por la militancia partidista. De esta manera se evitará seguir cometiendo viejos errores y los nuevos organizadores no tendrán que recorrer necesariamente caminos ya transitados por nosotros.

Normalmente no se prepara a los instructores para qu e dicten cursos de capacitación a los obreros, cada uno se las arregla como mejor puede, empíricamente, partiendo de la falsa idea de que se trata de una actividad sumamente sencilla y subalterna.

Como para cualquier otro trabajo partidista, urge enseñar y entrenar debidamente a los militantes para que puedan capacitar satisfactoriamente a los trabajadores, de cuyo seno se seleccionan a los revolucionarios.

Para alcanzar el éxito en el trabajo cotidiano es necesario seguir determinadas pautas, que, a su vez, deben ser perfeccionadas constantemente.

Al resumir la experiencia del Partido Obrero Revolucionario en el trabajo de capacitación de los nuevos militantes obreros, proponemos método y guía nuevos, esta última puede siempre ser perfeccionada y modificada. Tampoco debe olvidarse que el militante que se vuelca a la importante tarea de capacitación de los elementos nuevos concluye confeccionando su propia guía, de acuerdo al nivel de conocimientos de los elementos con los que trabaja e inclusive a la situación política en la que se actúa.

Un ejemplo, no ocultamos en el presente trabajo nuestro afán de desbaratar la idea confusionista y exitista de sustituir la concepción marxista de las clases sociales y de su mercancía entre ellas con el criterio religioso y ético de ricos y pobres, como la gran y valedera diferenciación de la humanidad. No puede haber la menor duda de que al proceder así estamos librando una batalla política contra la izquierda pequeño-burguesa y foquista.

Nuestros errores

Los muchos errores que hemos venido cometiendo en la capacitación de los elementos obreros pueden sintetizarse de la siguiente manera:

a) Se dictaban cursos de capacitación idénticos a los elementos que recién se aproximaban a la organización, a los simpatizantes y a los militantes.

En realidad, aplicábamos a los elementos nuevos, que no tienen la menor idea del marxismo, el mismo esquema de capacitación elaborado para las células de militantes, donde se tiene que estudiar con detenimiento el socialismo científico y enseñar a los poristas a informarse en la lectura de los clásicos. El resultado: las lecciones eran poco menos que incomprensibles y muy difíciles de asimilar. Los obreros generalmente desertaban de los cursos por cansancio y convencidos de que el marxismo era para ellos inalcanzable, por su incultura, porque no leían, porque eran muy nuevos, etc. Los pocos que persistían demostraban poseer condiciones intelectuales y de voluntad excepcionalmente, pues constituía toda una proeza aferrarse al programa revolucionario, pese a las torpezas de los instructores.

Otra de las consecuencias de estos cursos deliberadamente interminables, era que nunca se sabía cuándo debían concluir, cuándo se podía considerar a los elementos nuevos capacitados para la militancia, para ser incorporados a una célula.

La presente guía, que pretende resumir lo fundamental del marxismo, puede ser agotada en diez o doce reuniones, de una hora a una hora y media de duración cada una. Al final de este estudio puede considerarse al obrero apto para su incorporación al POR[1] como militante.

b) En el pasado no se diferenciaba a los obreros de los estudiantes, por ejemplo, y prácticamente se imponía a las primeras lecciones de iniciación elaboradas para elementos acostumbrados a manejar ideas y a leer. A los trabajadores estas exposiciones les resultaban totalmente extrañas y se veían obligados a memorizar y repetir de mecánicamente generalidades. No se tomaba como referencia la práctica cotidiana.

c) Se ignoraba totalmente las características diferenciales del obrero boliviano y que exteriorizan el atraso cultural del país, el capitalismo atrasado de economía combinada. El proletariado como clase muestra, en los momentos de extrema tensión de la lucha de clases, una admirable capacidad creadora; pero, el obrero aislado resume todo el atraso cultural de su medio, y, lo que es más grave, su trabajo cotidiano le habitúa a no pensar.

Los cursos elaborados sin tomar en cuenta las particularidades del trabajador resultaban incomprensibles para éste.

d) Las exposiciones, que partían de generalidades y concluían en ellas, eran dichas para que el obrero las memorizase, para que repitiese las lecciones como lo hacen los estudiantes.

Las disertaciones magistrales son naturales entre los universitarios, están habituados a escucharlas todos los días. Estos elementos, convertidos en organizadores revolucionarios, repetían mecánicamente esta práctica. Aquí hay que ver una de las causas más graves del fracaso de nuestros anteriores empeños de organización. La consecuencia de este método de enseñanza es que al obrero no se le enseña a pensar y se le exige un descomunal esfuerzo para memorizar definiciones que le resultan extrañas. El resultado es que el alumno olvida fácilmente lo que repitió forzadamente en los cursos.

e) Generalmente se daba a los obreros un texto para que leyesen en sus casas y preguntasen en el curso lo que no hubiesen entendido. Esta es una asimilación defectuosa, porque parte de la memorización de los textos y no de su comprensión.

f) El obrero, reducido a la pasividad en los cursos, no tenía oportunidad de exponer sus opiniones y a veces ni siquiera sus dudas. Es normal que los obreros, debido a la presión del medio en que se desenvuelven, no tengan práctica en la exposición de sus ideas, que no se dejen entender con facilidad. Una incorrecta capacitación se limitaba a capitular ante este hecho.

 

Fundamento teórico del nuevo método

Partimos el concepto de que el marxismo no es más que la expresión consciente —teórica, política— de la tendencia elemental e instintiva del proletariado hacia la reconstrucción de la sociedad sobre bases comunistas. El marxismo no se ha limitado a revelar las leyes del desarrollo y transformación del capitalismo, parte del proceso histórico, no inventa esas leyes ni las impone desde fuera.

El obrero posee dos rasgos muy importantes para nuestro propósito: su instinto de clase —arranca del lugar que ocupa en el proceso de la producción— y la experiencia vivida en su trabajo diario y en las luchas en el .............. [...........]

  

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