¿Qué es el marxismo? (I)
Introducción al materialismo dialéctico
Alan Woods y Rob Sewell
El estudio del marxismo se centra en tres puntos principales que corresponden a la filosofía, la historia de la sociedad y la economía, o usando sus nombres correctos, Materialismo Dialéctico, Materialismo Histórico y la Teoría del Valor Trabajo. Estas son las tres partes integrantes del marxismo sobre las que escribió́ Lenin.
Este folleto es una introducción al Materialismo Dialéctico.
INDICE
Introducción al materialismo dialéctico
¿Qué es la filosofía?
Idealismo y materialismo
Los orígenes del materialismo
¿Qué es la dialéctica?
La dialéctica y la metafísica
Hegel
Transformación de la cantidad en calidad y viceversa
Unidad y lucha de contrarios
Negación de la negación
¿Qué es la filosofía?
En cada etapa de la historia humana, los hombres y mujeres han desarrollado alguna forma de interpretar el mundo y reflexionado acerca del lugar que ocupan en él, desarrollando así una filosofía. Los elementos que se utilizan para elaborar esta interpretación se han obtenido mediante la observación de la naturaleza y a través de la generalización de las experiencias del día a día.
Hay personas que creen que no necesitan ninguna filosofía o concepción del mundo. Sin embargo, en la práctica todo el mundo tiene una filosofía, incluso si no está desarrollada de forma consciente. Las personas que se guían por el mero «sentido común» y piensan que se las arreglan bien sin teoría, en la práctica no hacen más que pensar a la manera tradicional. Marx decía que las ideas dominantes en la sociedad son las ideas de la clase dominante. Para mantener y justificar su dominación, la clase capitalista hace uso de todos los medios disponibles para distorsionar la conciencia del trabajador. La escuela, la Iglesia, la televisión y la prensa se utilizan para fomentar la ideología de la clase dominante y adoctrinar a los trabajadores para que acepten su sistema como la forma más natural y permanente de la sociedad. En ausencia de una filosofía socialista consciente, aceptan inconscientemente la filosofía capitalista.
En cada fase de la sociedad de clase, la clase revolucionaria ascendente, que tiene por objetivo cambiar la sociedad, ha de luchar por una nueva concepción del mundo y tiene que atacar a la filosofía antigua, que, basándose en el viejo orden, lo justificaba y lo defendía.
Idealismo y materialismo
A lo largo de la historia de la filosofía nos encontramos con dos campos opuestos, el idealista y el materialista. La idea común de «idealismo» (es decir, la honradez, la rectitud en la búsqueda de los ideales) y de «materialismo» (es decir, el egoísmo codicioso y avaricioso) no tiene nada que ver con el idealismo y el materialismo filosóficos.
Muchos grandes pensadores del pasado fueron idealistas, especialmente Platón y Hegel. Esta escuela de pensamiento considera a la naturaleza y la historia como un reflejo de las ideas o del espíritu. La teoría según la cual los hombres y mujeres y todo lo material fueron creados por un espíritu divino, es un concepto básico del idealismo. Esta perspectiva se expresa de diferentes maneras, sin embargo, su base es que las ideas gobiernan el desarrollo del mundo material. La historia se explica como una historia del pensamiento. Las acciones de las personas se ven como el resultado de pensamientos abstractos y no de sus necesidades materiales. Hegel dio un paso más allá, siendo un idealista coherente, y convirtió el pensamiento en una «Idea» independiente que existe fuera del cerebro y es independiente del mundo material, convirtiendo este último en un mero reflejo de esta Idea. La religión forma parte del idealismo filosófico.
Los pensadores materialistas, por otra parte, han sostenido que el mundo material es real y que la naturaleza o materia es lo primario. La mente o las ideas son un producto del cerebro. El cerebro, y por lo tanto las ideas, surgieron en una etapa determinada del desarrollo de la materia viva. Los principios fundamentales del materialismo son los siguientes:
a) El mundo material, conocido por nosotros a través de nuestros sentidos y explorado por la ciencia, es real. El desarrollo del mundo se debe a sus propias leyes naturales, sin ningún recurso a lo sobrenatural.
b) Sólo hay un mundo, el mundo material. El pensamiento es un producto de la materia (el cerebro) sin el cual no puede haber ideas con existencia propia. Por lo tanto la mente o las ideas no pueden existir en forma aislada, aparte de la materia. Las ideas generales son sólo reflejos del mundo material. «Para mí –escribió Marx– la idea no es otra cosa que el mundo material reflejado en la mente humana, y traducido en forma de pensamiento.» Por lo que «el ser social determina la conciencia».
Los idealistas conciben la conciencia, el pensamiento, como algo externo y opuesto a la materia, a la naturaleza. Esta oposición es algo totalmente falso y artificial. Hay una estrecha correlación entre las leyes del pensamiento y las leyes de la naturaleza, porque las primeras siguen y reflejan las segundas. El pensamiento no puede derivar sus categorías de sí mismo, sino sólo desde el mundo exterior. Incluso los pensamientos aparentemente más abstractos, en realidad, proceden de la observación del mundo material.
Incluso una ciencia aparentemente abstracta como las matemáticas, en última instancia, se deriva de la realidad material, y no es una invención del cerebro. En la escuela, el niño cuenta en secreto sus dedos materiales por debajo de un pupitre material antes de resolver un problema aritmético abstracto. Al hacerlo, está recreando los orígenes de las propias matemáticas. Nos basamos en el sistema decimal porque tenemos diez dedos. Los números romanos se basaban originalmente en la representación de los dedos.
En palabras de Lenin «la materia actuando sobre nuestros órganos sensitivos produce sensaciones. Las sensaciones dependen del cerebro, de los nervios, de la retina…, es decir, son el supremo producto de la materia».
La persona es parte de la naturaleza y desarrolla sus ideas en interacción con .............. [...........]