INDICE
CAPITULO I
MANIFIESTO COMUNISTA, por Carlos Marx y Federico Engels
Preámbulo
Burgueses y proletarios.
Proletarios y comunistas.
Literatura socialista y comunista.
1. Socialismo reaccionario.
a) Socialismo feudal
b) Socialismo ele los pequeños burgueses
c) El Socialismo alemán o el socialismo «verdadero»
2. Socialismo conservador o burguesía
3. El Socialismo y el comunismo crítico-utópico
Posición de los comunistas con relación a los diferentes partidos de la oposición radical
CAPITULO II
PRINCIPIOS DE COMUNISMO, por Federico Engels
Lo que es el comunismo y lo que es el proletariado
Aparición del proletariado y formación de las clases burguesa y proletaria
El salario
Las clases trabajadoras antiguas y la moderna
Consecuencias de la revolución industrial
Las crisis comerciales
Consecuencias de las crisis comerciales
Lo que será el orden social comunista
Posibilidad y necesidad de suprimir la propiedad privada
Cómo se suprimirá la propiedad privada
Curso que tomará la revolución comunista
Carácter mundial de la revolución comunista
Consecuencias de la supresión de la propiedad privada
El comunismo y la familia
El comunismo y las diferencias nacionales
El comunismo y la religión
Comunistas y socialistas
Los comunistas y los demás partidos políticos
CAPÍTULO III
HACIA EL COMUNISMO, por Nicolás Bujarin
Hacia el comunismo, por la dictadura del proletariado
¿Poder de los Soviets, o república burguesa?
Las libertades de la clase obrera y de los campesinos
Los Bancos, propiedad colectiva de los trabajadores
La gran industria para el pueblo trabajador
El cultivo colectivo de la tierra
La administración de la industria por los obreros
El pan sólo para los que trabajan
Reparto equitativo de los productos; abolición del beneficio comercial y de la especulación; comunidad del consumo
La disciplina del trabajo de los obreros y de los campesinos pobres
El fin del poder del dinero
Nacionalización del comercio exterior
Con la libertad económica, la libertad espiritual
CAPITULO IV
TEORIAS Y TACTICAS COMUNISTAS, por N. Lenin
Concepto marxista del Estado
La experiencia de la revolución en lo que respecta al problema del Estado
Cómo el Estado llega a ser superfino
Todas las medidas de transformación del Estado sólo tienen significación cuando van acompañadas de la expropiación de los expropiadores
La destrucción del parlamentarismo
La destrucción de la burocracia
La dictadura del proletariado
La primera fase de la sociedad comunista
La fase culminante de la sociedad comunista
El comienzo de la revolución mundial
Los partidos socialistas y el partido comunista
La táctica comunista en la esfera política general
Cuestiones nacionales
Cuestiones militares
Organización judicial
Educación popular
Cuestiones religiosas
La táctica comunista en la esfera económica
Falta la pág. 68
Agricultura
El reparto
Dinero y Bancos
La hacienda
Las viviendas
Protección obrera y previsión social
Protección de la salud
CAPITULO V
SISTEMA ECONÓMICO CAPITALISTA Y SISTEMA ECONÓMICO SOCIALISTA, por Stalin
La situación en los países capitalistas y la situación en la Unión Soviética
La causa de la crisis del capitalismo y del éxito del régimen soviético
El sistema económico soviético
El sistema económico capitalista
Conclusiones
Manifiesto comunista
por Carlos Marx y Federico Engels
Preámbulo
Europa está acosada por un espectro: el espectro del comunismo.
Todos los poderes de la vieja Europa: el papa y el zar, Mettemich y Guizot, los radicales de Francia y los polizontes de Alemania, se han unido en santa alianza para batir a ese espectro.
¿Qué partido de oposición no ha sido acusado de comunismo por sus enemigos en el Poder? ¿Qué partido de oposición, a su vez, no ha acusado de comunismo, tanto a sus opositores más avanzados, como a sus enemigos de los partidos reaccionarios?
De la consideración de estos hechos se desprenden dos cosas:
1ª Las potencias oficiales de Europa reconocen el comunismo como una fuerza.
2ª Ha llegado la hora, para los comunistas, de exponer a la faz del mundo sus opiniones, sus fines y sus tendencias, y de oponer a la fábula ridícula del espectro del comunismo un manifiesto del Partido Comunista.
Con este objeto, comunistas de diferentes nacionalidades se han reunido en Londres y han redactado el siguiente Manifiesto, que será publicado en inglés, francés, alemán, italiano, holandés y danés.
Burgueses y proletarios
Hasta ahora, la historia de todas las sociedades no ha sido sino la historia de las luchas de clases.
Hombres libres y hombres esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros y oficiales de gremio, en una palabra, opresores y oprimidos, han estado siempre en lucha, ya franca, ya encubierta, lucha que ha terminado siempre bien por una transformación revolucionaria de la sociedad entera, bien por la destrucción de las dos clases antagónicas.
En las anteriores épocas históricas encontramos por todas partes una división jerárquica de la sociedad, una escala gradual en la posición social. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y en cada una de estas clases había aún jerarquías particulares.
La sociedad burguesa moderna, salida de las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido de ningún modo los antagonismos de clases. No ha hecho sino sustituir con nuevas clases, con nuevas condiciones de opresión, con nuevas formas de lucha, a las antiguas.
Tiene, sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, un carácter particular; el de haber simplificado los antagonismos de clases. La sociedad se divide cada vez más en dos grandes campos opuestos, en dos clases directamente enemigas: la burguesía y el proletariado.
De los siervos de la Edad Media salieron los burgueses de los primeros municipios, y de estos burgueses salieron los elementos constitutivos de la burguesía moderna.
El descubrimiento de América y la circunnavegación del Africa ofrecieron a la burguesía naciente un nuevo campo de actividad. La colonización de América, la apertura de los mercados de la India y de China, el comercio colonial, la multiplicación de las mercancías y de los medios de cambio, dieron un impulso hasta entonces desconocido al comercio, a la navegación, a la industria, y aseguraron la evolución rápida del elemento revolucionario en la sociedad feudal en decadencia.
El antiguo sistema feudal de producción, el sistema de producción por medio de gremios, no bastaba ya para satisfacer las necesidades cada vez mayores de los nuevos mercados: fue reemplazado por el sistema manufacturero. La pequeña burguesía industrial suplantó a los gremios; la división del trabajo entre las diferentes corporaciones fue sustituida por la división del trabajo entre los obreros de un mismo taller.
Pero los pedidos seguían aumentando, y sin cesar se abrían nuevos mercados: el sistema manufacturero resultó a su vez insuficiente. Entonces la producción industrial fue revolucionada por las máquinas y el vapor. El sistema moderno de la industria se desenvolvió en todas sus gigantescas proporciones, y, en lugar de una clase media, hallamos industriales millonarios, jefes de ejércitos enteros de trabajadores. Tales son los burgueses modernos, los capitalistas.
La gran industria creó el mercado universal, ya preparado por el descubrimiento de América, y el mercado universal dio un extraordinario desarrollo al comercio y a los medios de comunicación por tierra y por mar. Esto influyó sobre la expansión de la industria, y en las mismas proporciones en que la industria, el comercio, la navegación y los caminos de hierro se extendían, se desarrollaba la burguesía, aumentaba su capital y relegaba a segundo término a todas las demás clases transmitidas por la Edad Media.
La burguesía moderna es, pues, el resultado de un largo desenvolvimiento y de toda una serie de revoluciones en los métodos de producción y de cambio.
A cada grado de evolución industrial atravesado por la burguesía, ha seguido un grado correspondiente de desarrollo político. Oprimida bajo el régimen feudal, la burguesía revistió primero la forma de asociación armada que se regía a sí misma en las municipalidades de la Edad Media. En unos países la vemos bajo la forma de República comercial o de ciudad libre; en otros, como el Tercer Estado contributivo ...... [.........]